martes, 4 de mayo de 2010

A través de la FORMA

Una vez tratada la forma en el diseño, también vamos a analizarla en términos más generales.
Podríamos definir y entender la forma como medio de información acerca de la naturaleza de las cosas a través de su aspecto exterior; lo que vemos de la forma es el color y el comportamiento externo de las cosas. Por lo que ésta nunca se percibe como tal de una cosa concreta, sino como de una clase de cosas.
Pero no todos los objetos nos hablan de su particular naturaleza material a través de su forma. si nos detenemos a observar podremos determinar la forma como categorías enteras de cosas:
  • en pintura por ejemplo, un lienzo cubierto de pigmento hará referencia a un paisaje;
  • en escultura el mármol desvelará figuras o criaturas vivas.
Si algo caracteriza a la forma es la función práctica de las cosas, al hallar en su forma las cualidades visuales de redondez o agudeza, fuerza o fragilidad, armonía o discordia.

Hay que señalar que la forma no viene determinada sólo por propiedades físicas del material, sino también por el estilo de representación de una cultura o de un artista concreto. Una mancha de color de aspecto plano puede ser una cabeza humana en el mundo esencialmente bidimensional.
La capacidad para inventar un esquema llamativo, sobre todo cuando se aplica a formas tan familiares, es lo que se entiende por imaginación artística. La imaginación dista mucho de ser primordialmente una invención de temas nuevos, ni siquiera una producción de cualquier tipo de forma nueva. Se a puede definir con mayor precisión diciendo que es un hallazgo de una forma nueva para un contenido viejo ya, que la invención de las cosas o situaciones nuevas sólo será valiosa en la medida en que éstas sirvan para interpretar un tópico de la experiencia humana.
Por este motivo es preciso comprar diferentes representaciones del mismo tema para apreciar verdaderamente el papel de la imaginación; una solución artística a veces nos supone que es la única realización posible del tema.

Si bien podemos constatar, a lo largo de la historia y de sus diversas etapas junto con sus diferentes y diversas maneras de expresión; gracias a la pintura y escultura a través de los cuales su representación se basaba en el uso de diversos materiales, en la manera de cómo utilizarlos apoyada de la imaginación del artista. Más adelante, aproximándonos a la modernidad son estas dos disciplinas las que sufren un duro golpe no sólo en su narrativa sino también en su forma.
Poco a poco fueron surgiendo necesidades que pronto se encontraron en la confrontación de lo dinámico y lo estático. Que sin duda en la modernidad se habría desarrollado tanto y había encontrado su perfecta evolución llegando a la perfecta conclusión sobre el una real situación: "la muerte de la pintura". Por lo que en este momento fue en el que la forma tomo otro tipo de conciencia (ya no solo la podemos percibir y representar a través de nosotros mediante la pintura y la escultura) sino que la forma pasaba a ser "acción" en los primeros happenings y performances que nacerían a partir de un requisito fundamental de querer y poder entender la forma como un recurso retórico propia de la acción y de la tensión que surgía de ella y además la constituía.
A lo largo de la historia hemos observado diferentes aspectos y características que la constituyen que a menudo respondían a la obligación que se resumía de cada etapa o época. Por lo que un artista, ya se dedique a un campo o experimente en diferentes disciplinas debe de tener, ya no solo por su propia exigencia sino en cuanto a su responsabilidad, motivación suficiente para poder ampliar sus capacidades en el estudio formal de su obra y métodos de representación y expresión.